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Crimen y Castigo
Contributor(s): Dostoyevsky, Fyodor (Author)
ISBN: 1482592320     ISBN-13: 9781482592320
Publisher: Createspace Independent Publishing Platform
OUR PRICE:   $12.34  
Product Type: Paperback - Other Formats
Language: Spanish
Published: February 2013
Qty:
Additional Information
BISAC Categories:
- Psychology
- Literary Collections
Lexile Measure: 910
Physical Information: 0.65" H x 8.5" W x 11" (1.59 lbs) 310 pages
Themes:
- Cultural Region - Russia
 
Descriptions, Reviews, Etc.
Publisher Description:
Una tarde extremadamente calurosa de principios de julio, un joven sali de la reducida habitaci n que ten a alquilada en la callejuela de S*** y, con paso lento e indeciso, se dirigi al puente K***. Hab a tenido la suerte de no encontrarse con su patrona en la escalera. Su cuartucho se hallaba bajo el tejado de un gran edificio de cinco pisos y, m s que una habitaci n, parec a una alacena. En cuanto a la patrona, que le hab a alquilado el cuarto con servicio y pensi n, ocupaba un departamento del piso de abajo; de modo que nuestro joven, cada vez que sal a, se ve a obligado a pasar por delante de la puerta de la cocina, que daba a la escalera y estaba casi siempre abierta de par en par. En esos momentos experimentaba invariablemente una sensaci n ingrata de vago temor, que le humillaba y daba a su semblante una expresi n sombr a. Deb a una cantidad considerable a la patrona y por eso tem a encontrarse con ella. No es que fuera un cobarde ni un hombre abatido por la vida. Por el contrario, se hallaba desde hac a alg n tiempo en un estado de irritaci n, de tensi n incesante, que rayaba en la hipocondr a. Se hab a habituado a vivir tan encerrado en s mismo, tan aislado, que no s lo tem a encontrarse con su patrona, sino que rehu a toda relaci n con sus semejantes. La pobreza le abrumaba. Sin embargo, ltimamente esta miseria hab a dejado de ser para l un sufrimiento. El joven hab a renunciado a todas sus ocupaciones diarias, a todo trabajo. En el fondo, se mofaba de la patrona y de todas las intenciones que pudiera abrigar contra l, pero detenerse en la escalera para o r sandeces y vulgaridades, recriminaciones, quejas, amenazas, y tener que contestar con evasivas, excusas, embustes... No, m s val a deslizarse por la escalera como un gato para pasar inadvertido y desaparecer. Aquella tarde, el temor que experimentaba ante la idea de encontrarse con su acreedora le llen de asombro cuando se vio en la calle.